En este número colaboran: Vladimir Rivera Órdenes, Erick J. Mota, Leonardo Espinoza Benavides, Alejandra Inclán, Noé Hernández, Bruno Puelles, Marilinda Guerrero, Eloy Caloca Lafont, Arturo J. Flores, Alondra Isabel, Danny Navarrete, Marcos Macías Mier, Norma Leticia Vázquez, Asier Cayado, Óscar Enrique, Mauricio del Castillo, Eduardo Honey, Rodrigo de Ávila, David Martínez Balsa, Saga Kamishiro, Andrés Arroyave, Darry, Rolando Reyes López, Rafael Tiburcio García y Zacarías Zurita Sepúlveda.
Archivo de etiqueta: #9 Ruralpunk
Ruralpunk. Hacia una construcción de la ciencia ficción latinoamericana
Faretta agrega que lo fantástico devino en las culturas industrializadas —llámese la parte norte de Europa y Estados Unidos— en ciencia ficción. Es decir, todo relato de adelantamiento es, en el fondo, una interpretación positivista de lo fantástico.
Nigerianos en el espacio, alienígenas en Johannesburgo. Un breve acercamiento a la ciencia ficción africana
Pensé en la idea que tienen de los cubanos en países del primer mundo y lo inaudito para muchos de que un cubano se gradúe de Física, no quiera irse del país, no jinetee y, para colmo, tampoco escriba realismo sucio.
Rockstradamus: “Tiempo de híbridos”, un himno ruralpunk
«Tiempo de híbridos» abre con la descripción de un paisaje que bien podría estar en una ficción de Ray Bradbury o Ursula K. LeGuin, para luego dar paso a una serie de paradojas que, finalmente, terminan con una mordaz sátira sociopolítica.
“En mi vida, sólo he visto dos vacas”: el ruralpunk como posibilidad
¿Por qué el ruralpunk, esas historias protagonizadas por campesinos u obreros que oponen lo idílico al progreso, parece ser un tema poco relevante para la ciencia ficción?
Padre Williams
—No te va a escuchar, demonio. —La cruz vigorosa en su mano—. Dime tu nombre.
—¿Vas a dejar que este hombre se acerque a tus niños, Rodolfo? ¿Lo conoces realmente? ¿Lo conoces, Rodolfo? ¿Te has fijado que no tenga marcas en sus brazos? ¿Pinchazos a lo mejor?
La cruz de sal
Por un momento Noé, quizás motivado por la oscuridad y el sonido de los grillos, había pensado que lo que estaba entre los árboles era un ente diabólico. Se lamentó de estar lejos de su casa y de no tener un puño de sal a la mano para dibujar con ella una cruz sobre el cañón de la escopeta y así asegurarse de no fallar el disparo.
Niños perdidos
En el pueblo no fue necesario pegar carteles para preguntar por Marcelina. Ella se perdió y todos conocían su rostro. Tampoco nadie propuso ir a ver a la policía rural. El campesino que la vio a lo lejos en la orilla del arroyo, observó que iba de la mano del que parecía otro niño.
Ciencia ficción española: entrevista con Bruno Puelles
Lo que veo en comparación con la ciencia ficción y la fantasía internacional es que éstas son más abiertas, hay más diversidad y menos temor a salirse del molde de lo convencional.