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De la piscina al cielo

Mientras me baño en la piscina pienso en la mala suerte que tuve de nacer cuando el futuro dejó de ser promesa para convertirse en amenaza. Demasiado tarde para disfrutar de la vida fácil que llevaba mi familia antes de que los efectos del cambio climático nos afectaran, pero no lo bastante para librarme de escuchar sus lamentos.

Necróleo

—Alcanivorax consumía el petróleo derramado en el mar, limpiándolo. Científicos se dio cuenta y la metió en tanques, y le hizo cosas, cosas horribles en su interior. Y provocó que cambiara. Tanto, que comenzó a hacer lo contrario, a comer agua y a transformarla en petróleo y gases pesados, y todos se alegraron, porque nunca más faltarían.

La momia de Itzamal

Dentro del hotel derruido, la luz solar era pobre y Aura encendió los faros de la escafandra. Moviéndose sobre los bancos de arena, perturbó el descanso de un mero enorme que se desplazó lentamente bajo ella. Más adelante, a través de un pasillo, su escafandra le indicó el lugar donde se hallaba la momia.

Un lugar ajeno

Tenía catorce años cuando fue arponeada por un cardumen de navegantes. Por la maldición del vientre, concibió una criatura jamás vista, pues la abuela lo mandó a desaparecer en seguimiento a la tradición de los antiguos que, cuando tienen hijos con alguna deformidad, los consagran a las lamias de la laguna Korle.

El amanecer de la Tierra

Aquel día pudo verse lo que estuvo invisible por tanto tiempo: las columnas de humo industrial, el smog sobre las ciudades y muchas otras cosas. La fotografía de Anders vio nacer movimientos relevantes como Greenpeace y la celebración del primer Día de la Tierra el 22 de abril de 1970.