Nina realizó una rápida inspección a la mente del poeta. En un mismo instante tuvo conciencia de los centenares de poemas que llevaban la firma de Víctor Rayón. Inevitablemente advirtió el sentimiento de frustración que cada verso conllevaba. Entendió que ninguno de los poemas satisfacía a su autor.
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Ojo de buey
Seré también micelio: omnipresente. Seré las sombras que proyectan las largas paredes de las estructuras y las cuales suben y se pierden allá arriba hasta conectar con las ruinas que hacen de punta en la superficie. Seré este sueño lúcido, este espíritu fuera del espíritu.
El mundo a cuestas
Para encontrar al chico, Jana debía extender un enlace mental a miles de habitantes de la nave. Todas las luces de la consola estaban apagadas, sólo quedaba vivo el débil fulgor de un botón rojo de encendido. Cuando Luisa lo presionó para poner en marcha el extensor, Jana sintió la potencia entrando por los electrodos en su cabeza. Su Tejedor chilló con el contacto, pero pronto fueron uno: máquina, parásito y mente.
Aurora caribeña
Él sabía de las auroras que se veían cerca de los polos, pero jamás había oído de auroras caribeñas. Ahora el cielo nocturno era dominado por un brillo azulado, parecido al neón, mientras algo como un rocío caía con la brisa suave y cálida del viento.
También hay belleza en la finitud*
Ya sea como Mickey o como Minnie, el objetivo del jugador consiste en conocer cuáles son los límites de una sociedad roedora. Para descubrir dichos límites —si los hubiere—, deberá cuidar a la población de ratas de laboratorio que se encuentra a su cargo y conducirla hacia la plenitud de su desarrollo poblacional y civilizatorio.
El lienzo
En un lejano planeta habitó un ser cuyas dotes artísticas eran sorprendentes, difícil fue comprender que aquel personaje existió en una época que precede al lenguaje y a la razón humana. El poder de creación artística de ese hombre transformó diversas realidades.
Otros libros que salvamos. Reseña de Un tlacuache salvó este libro del fuego, de Daniela L. Guzmán
La mera conciencia o existencia de todo lo creado, aun al margen de lo natural, deriva en una sensibilidad y empatía en torno a lo inanimado (inteligencias artificiales), lo intuido (Dios), lo ficticio (simuladores de universos) y en general todo aquello que está más allá de los sentidos, lo suficiente para considerarlo como algo al mismo nivel de lo humano y, por tanto, de sus derechos, emociones y destinos.
Sólo una piedrita
Estos cristales no almacenan información. Son computadoras como las que sostienen a las IAs del Imperio Exómano. Y lo que ha llamado información, en realidad, son entidades conscientes… Y, tal como muestran los registros del escaneo de los acusados, se destruyeron más de medio millón de cristales.
Falta de palabras
“Mi madre dice que yo nací en un lugar donde todo sabía a luz”, me dijo una vez con gran emoción. “Yo no lo recuerdo mucho pero no puedo esperar para regresar a mi verdadero hogar, allá en casa nos van ovacionar por todo lo que llevaremos para ellos”.