En el informe vi escritas cosas que tampoco me gustaron: los cuerpos de las víctimas habían sido aplastados de golpe y con mucha intensidad. La sangre se agolpaba en ciertos puntos, producto quizá de una fuerte succión. El líquido oscuro del pasillo resultó ser una mezcla de agua, sal y melanina, la misma que encontramos en la que fue la siguiente víctima. Puro pellejo y huesos quedaban. Lo que sea que lo atacara había devorado sin piedad. Devorar, claro, no era la palabra justa pero no se me ocurría otra.
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Un inminente progreso
Algunos minutos pasaron, acompañados de unos largos y apresurados pasos, decidió entonces levantar la vista, algo que no hacía desde años atrás, y tras un ligero dolor de cuello, encontró ante él algo más espectacular que el tamaño en que estaba proyectado: en gigantescos números formados por pixeles estaban anunciadas la fecha y la hora exactas: «Viernes, 24 de febrero de 2038». Hacía veinte años que no pisaba esas calles.
Cuarto para las nueve
Era el diáfano suspiro de la muerte materializado en una piel vestida con los ropajes de un luto perpetuo. Y sus ojos, sus ojos que parecían haber sido forjados por la tierra que exhalan los cadáveres al morir, reflejaban la nada absoluta, la paz absoluta que se revuelca bajo los pies de una lápida.
Puchuju
El trabajo de Ana consistía estar con los fenómenos del circo de los horrores de la feria, donde se contaban las historias de hombres monstruosos, resultado de madres insanas o de los castigos imprevistos de la naturaleza. Algunos especímenes disecados y fetos sumergidos en líquidos ambarinos eran atacados diariamente por ojos curiosos y juzgantes. Ella, una especie viva, lograba ver las miradas de repulsión o confusión en el rostro de los visitantes.
Enjambre
Él nunca hubiera pensado que tuvieran tanta textura, tanto detalle. Y, en especial, que fueran tan expresivos. Una araña parecía burlona; una mantis se veía feliz y satisfecha; una tijerilla insinuaba un llanto; un pez de plata mentía. Pedro J. Acuña
La conciencia del metal
—¿Sabes que para muchos lo que haces está fuera de toda norma? Podrían desactivarte y usar tus piezas para muchas cosas. Me refiero a que tu existencia no significaría nada y todo tu esfuerzo sería en vano, lo cual es una lástima…. un cuento de Michel Deb
Los cuerpos del cyborg: más allá de la carne y la máquina
Las visiones occidentales son insuficientes para reflexionar sobre problemas en que la clonación, el diseño genético, las prótesis, las cirugías plásticas y las nuevas identidades de género convierten al cuerpo en un lugar de experimentación y modificación en el que las personas optan por ser quienes desean ser. Un ensayo de Rafael Tiburcio García
La compañía de las liendres, de Pedro J. Acuña
Pedro J. Acuña suele vincular los temas de sus cuentos con la corporalidad y es justamente éste, uno de sus temas obsesivos, el que lleva hasta el límite en La compañía de las liendres, libro ganador en 2016 del Concurso Nacional de Cuento Juan José Arreola.