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La transmigración de la costumbre: retro-reseña de La transmigración de los cuerpos, de Yuri Herrera

Quizá porque el mundo a veces funciona así: mediante costumbres, La transmigración de los cuerpos deja de lado la orfebrería alegórica que magnificó sus novelas anteriores para traernos un experimento centrado en las palabras, en los significantes, pero también en la visión costumbrista de una ciudad sumida en una epidemia de ciencia ficción y, sobre todo, en la conducta que adoptarían los grupos de crimen organizado al operar en dicho contexto.

La gripe del gato

Si tú hubieras sido gato, serías mi gato de la suerte. Te acariciaría la cabeza cada vez que vinieras buscando algún juguete o comida. Tú no serías violento, serías más bien de aquellos gatos que se pasan el día buscando una pierna para frotarse contra ella. Dejaría que te subieras a los muebles y revisaría cada día abajo del cofre antes de encender mi coche para nunca arrancarte la cola…

Fanzine Espejo Humeante. Edición 5.5. CIUDADES INVISIBLES

En este número colaboran: La Iguana, Daniel Alves, Ernesto Tancovich, Raúl Blackaller, Juan Pablo Goñi Capurro, Oswaldo Castro Alfaro, Manuel Mörbius, María Rivera, Ulisses Luján, Felipe Huerta Hernández, Oscar Sanguinetti, Luz María Méndez, Carmen Gómez Barcelo, Zack Zala, José Alfonso Colomé, Sebastian Canales de Rurange, Mauricio del Castillo, Servando Clemens y William C. Rilley.

Fanzine Espejo Humeante. Edición 7.5. PANDEMI.A.

En este número colaboran: Manuel Mörbius, Viviana Olivares, Lilia Morales y Mori, Carlos Enrique Saldívar, 220, Ernesto Bascopé Guzmán, Eduardo Honey, Silvia Alejandra Fernandez, Israel Montalvo, Manuel Alonso Navazar, Morgan Vicconius Z., Theo Merino Amézcua, Ninette S. Aravena, Francisco Barata Bausach, Miguel Marqués Manzano, Ariel Cambronero Zumbado, Ajedsus Padilla, Cesar Zetina Peñaloza y Claudia Elisa Saquicela.

Como estrellas latiendo

Aún recordamos nuestra infancia, cuando solíamos ver las estrellas. Resplandecían en el cielo nocturno como pequeñas hadas silenciosas que a veces titilaban, como intentando decirnos algo, tal vez que estaban muy contentas con nuestra compañía, que desde allí arriba cuidaban que nada nos pasara. Un cuento de Carlos Enrique Saldívar