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Como un fruto herido

Desde que supe del embarazo todo en mi vida se ha llenado de niebla. De pronto fui invadida por el frío y las preocupaciones, tenía las ojeras tan marcadas que temía que algo me hubiera tragado los ojos. Mi cuerpo estaba a merced de algo feroz que provocaba en mí temores profundos. Los nueve meses que duró mi calvario estuve anémica y temerosa de lo que llevaba dentro. Pablo creía que exageraba…

La invencible

En esta ciudad, los objetos tienen la extraordinaria capacidad de cambiar su forma. Hay edificios y casas que cambian su arquitectura dependiendo del clima o del número de personas que lo albergan. Algunos objetos se dirigen a sus dueños con sonidos que asemejan gemidos de animales. Sus chillidos son inquietantes.

Deseos en el tiempo

Ese deseo lo llevaba a viajar a donde quería mientras dormía frotándose la flor del borrachero blanco. Solo que a diferencia de sus antepasados indígenas, los viajes eran cada vez más reales, y las piedritas y los objetos que aparecían en la habitación eran auténticos.

Demonio negro

Era un demonio negro, sin duda, un pequeño monstruo que flotaba suspendido a un metro de altura entre los corredores del submarino, hurgando en los rincones, iluminando las baterías de plutonio con el anzuelo luminiscente que oscilaba al frente entre sus ojos… un cuento de Rafael Tiburcio García

Utopía y apocalipsis. El capitalismo tardío y las escrituras del paraíso recuperado

No tiene caso sorprendernos frente a una civilización que da paso al totalitarismo, la vigilancia, la discriminación o la suplantación de la realidad por la representación. No tiene caso cuando nuestra propia vida transcurre en medio de algo parecido…. un ensayo de Rafael Tiburcio García