La compañía de las liendres, de Pedro J. Acuña

Hans Rabe

La compañía de las liendres
Pedro J. Acuña
Editorial Universitaria (UAdeG).
México, 2016.

Pedro J. Acuña suele vincular los temas de sus cuentos con la corporalidad y es justamente éste, uno de sus temas obsesivos, el que lleva hasta el límite en La compañía de las liendres, libro ganador en 2016 del Concurso Nacional de Cuento Juan José Arreola, cuyos cuentos no sólo se enmarcan en la exploración desde distintos ángulos de los límites del cuerpo, sino que se apoyan en la cultura popular (y también en la otra, la “alta”).
Ya desde su primer libro de cuentos, Metástasis McFly, Acuña exploraba esta corporalidad en sus cuentos: “Entre azucenas olvidado”, por ejemplo, nos llevaba al Convento de los Padres Carmelitas de Medina, a mediados del siglo XVI, para presenciar el origen místico de una famosa lira escrita por San Juan de la Cruz antes de ser canonizado. “Metástasis McFly” era una hermosa reflexión sobre el curso del tiempo y el destino que no por ello dejaba de lado el rigor que debe tener un cuento de ficción fantástica. Valiéndose de una situación terrible que ocurre a los cuerpos de los personajes de la famosa película Volver al Futuro, Marty, Jennifer, El doctor Brown y el perro Einstein cruzan todos los sitios, todos los lenguajes y todos los tiempos en una búsqueda que los llevará de vuelta al punto de partida, más cansados, más sabios y más desesperados.
Los cuentos que componen La compañía de las liendres, su segundo libro, llevan hacia el horror corporal esos primeros hallazgos. En sus páginas, los personajes exhiben su vulnerabilidad física en situaciones terribles que los deforman, ya sea a través de la miasis, es decir, la incubación de larvas en el propio cuerpo, como de animales que usurpan cuerpos, conciencias colectivas o personalidades y entidades parásitas.
Una de las vertientes poco explorada de la literatura mexicana tiene que ver con este tratamiento sensorial del cuerpo y sus posibilidades, de despertar las sensaciones a través de la descripción minuciosa de la deformación, la usurpación o el despedazamiento. Pero como todo buen libro, La compañía de las liendres no se limita a desarrollar este tema, sino que avanza por las otras rutas que lo implican, como la ansiedad, la desesperación, la claustrofobia, el misterio y la incertidumbre. Podemos encontrar en este libro la fragilidad de las relaciones familiares, la amistad en vilo, los límites del amor y la enfermedad. Esta carga dramática adicionada al horror, al misterio, a la ciencia ficción, permite que los cuentos del volumen se desarrollen con mayor profundidad, tomándose su tiempo para desarrollar el horror que pretenden causar. Al mismo tiempo, tienen resonancias con otros aspectos de la cultura popular como el Profesor Quirrell de Harry Potter, la xilografía de Hokusai El sueño de la esposa del pescador, el videojuego The Last of Us, el cine de David Cronenberg o la serie Rick y Morty.
En la actualidad, con el peso aplastante de un tipo de corrección política que a veces ataca desde la derecha y a veces desde la izquierda neopuritana, parece que el mundo se escandaliza más de la representación artística de la violencia que de la violencia en sí. Es por eso que, tal como hacen otros escritores, Acuña expone la violencia en sus cuentos para que, a través de la fantasía, el horror o el surrealismo, la violencia real, esa que algunos ingenuos creen que puede borrarse del mundo simplemente cancelándola, quede en evidencia, sin ninguna clase de defensa o apología. ¬

Esta reseña se publicó originalmente en la revista Espejo Humeante #7 Transhumanismos

Publicado por Revista Espejo Humeante

Revista latinoamericana de ciencia ficción

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