Personas que mueren con las manos levantadas hacia el cielo

Mi madre me llevó con muchos terapeutas para saber qué diablos me hacía sentir tan miserable. El último de ellos le dijo a mamá que tenía que indagar en la historia familiar. Igual pudo ser uno de mis tíos; a lo mejor fue mi padre. Eso dijo el terapeuta…

De la piscina al cielo

Mientras me baño en la piscina pienso en la mala suerte que tuve de nacer cuando el futuro dejó de ser promesa para convertirse en amenaza. Demasiado tarde para disfrutar de la vida fácil que llevaba mi familia antes de que los efectos del cambio climático nos afectaran, pero no lo bastante para librarme de escuchar sus lamentos.

Cita con la esfera

Alexis no podía creer que una de esas esferas de seguridad se encontrara aquí. Había visto deambular una a las afueras de su casa y otras tres en un mitin feminista. La mayoría de las veces causaban trifulcas y toda clase de destrozos.

Buenos Aires

El primer viernes de marzo es un día especial en Catemaco porque ese día se pueden hacer pactos con el diablo. Me presenté con el Brujo Mayor y le di todo lo que tenía ahorrado para un terrenito en Chalco como precio al favor que Satanás dizque me iba a conceder. Y ya ve, ahora ni terrenito ni favor del diablo.

Syndrome City

Las investigaciones seguían y seguían, la impotencia de no encontrar culpables definitivos para el conjunto de atrocidades que ocurrían en la metrópolis nos sumía en una pesada incertidumbre. ¿Acaso algún día los intensos patrullajes darían resultado?

Yaan a kíimil

Es difícil de creer, pero esos crímenes son algo recurrente, de forma sospechosa, las cámaras de vigilancia siempre fallan en esa zona. Mira, como me caíste del cielo, te diré un secreto: hay gente que disfruta estar de mirones en esos salvajes actos de amor terrible, brutal, pero amor al fin.

Me guían de noche

Al llegar, me cargaron como un bulto. Me ataron a una silla en un cuarto que casi hablaba por las grietas. La suciedad había grabado el olor de sudores, aceite de motor y comida chatarra en las paredes. El Payaso hizo un chiste repetido sobre mi rareza. Ninguno de los otros se rio. Me dio vergüenza ajena. Hasta para ser un monstruo hay que tener alguna gracia.

Retirador

Para la población, los otros, al igual que yo, sólo somos una sombra, una historia de terror para los ancianos, la evolución del hombre del costal. Pero para el gobierno somos reales, una extensión necesaria para mantener la paz y el control, somos sus agentes retiradores.

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